martes, 25 de septiembre de 2012

Por el interés te quiero

Conformar el grupo es uno de los aspectos de más difícil gestión para el emprendedor y la mala elección es una de las grandes amenazas para la supervivencia del proyecto. 

Las que transcribo a continuación son las respuestas que obtuve de un emprendedor experto, y además amigo,  cuando le pregunté sobre cómo gestionó la elección de compañeros de viaje para llevar a cabo su proyecto empresarial.   




Si algo hay crucial en un proyecto son las personas que forman parte del mismo y si algo hicimos bien fue elegir las personas. 

Se pensó en un equipo ideal para atender bien la actividad, se definieron los perfiles según las necesidades y se confeccionó un organigrama.


Se convino la adecuada distribución y orden del trabajo. Todos sabíamos lo que teníamos que hacer en cada fase del proceso, antes y después de iniciar la actividad. 

Las cosas claras desde el principio ¿Cuánto se trabaja? ¿Cómo se trabaja? ¿Cuándo se cobra? ¿Cuánto se gana? ¿Quien dirige? 


Como además de socios somos amigos, decidimos que el mejor modo de preservar nuestra amistad era firmar un documento con nuestros compromisos. Ese documento seguro que nunca hay que utilizarlo.


Con los bancos cerrados apostamos por nuestro futuro haciendo un esfuerzo cualitativamente importante en el momento de la constitución. Ese esfuerzo suponía tener tiempo por delante. 


Nadie tuvo prisa por obtener sus réditos, los socios acordamos que nuestros honorarios se situaban al final de la secuencia de pagos a terceros.

Me quito el sombrero. Es muy difícil encontrar tantas y tan buenas recomendaciones como las contenidas en estas respuestas.

Particularmente me resulta muy interesante el modo de abordar la doble condición de socios y amigos. En este punto, como en todo, mi coincidencia es total y la decisión de reflejar por escrito los acuerdos entre socios es muy recomendable, pues tiene un efecto preventivo y, llegado el caso, correctivo. Estos acuerdos se refieren no tanto a cuestiones societarias como a organizativas. He conocido muchos casos de empresas que siendo viables se han perjudicado porque no había equilibrio entre las aportaciones de dedicación y trabajo entre los socios.


Me parece fantástica la recomendación de definición de perfiles y la confección de un organigrama. Es muy frecuente conformar el equipo promotor con personas con los mismos perfiles y conocimientos (compañeros de facultad) Recuerda que debes encontrar en otros lo que a ti te falta.

También es básico el acuerdo entre los socios sobre la gestión económica del proyecto en general y la individual, esto es entre los socios y la empresa. Regular desde el primer momento los aspectos retributivos del trabajo, ya sea en régimen laboral o mercantil, y la política de reparto de beneficios es algo más que recomendable.

En definitiva, podemos concluir que hacer el grupo es un proceso técnico antes que emocional o afectivo (En otro post describiremos como acometer ese proceso) El socio debe elegirse siempre por interés y no por la amistad, lo cual no quiere decir que una y otra condición sea incompatible. 



  

Garboó Riocía & García Rioboó



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