sábado, 24 de noviembre de 2012

Macagüensus

Comprar bien no es comprar barato. Comprar bien es incorporar lo que necesito para conseguir lo que quiero.  Hablamos de "incorporar" puesto que todo lo que se adquiere para una empresa se integra en una organización en movimiento. Es una pieza de un motor.

Si la decisión de inversión es laboriosa, medida, detallada, planificada, colectiva  y muy meditada, la materialización de la inversión no puede ser un impulso, todo lo contrario, será también un proceso laboriosomedidodetalladoplanificadocolectivo  muy meditado.


Comprar bien te dará mucho trabajo. Es más, si no es así, probablemente algo va mal. Desentenderse está prohibido. Me vienen a la memoria algunos casos en los que se impuso la dejadez y además se hizo una mala elección de colaboradores y o proveedores:


Plan de empresa que incluía la edificación de un hotel rural. El nº de habitaciones lo decidió el proyectista que reunido consigo mismo diseñó un aparatoso elemento de decoración. Este capricho modificó escaleras y sacrificó dos habitaciones en primera planta. Esa merma de capacidad impidió luego atender reservas de grupos que viajan en bus. ¡ Macagüensus !


Como puedes comprobar la dejadez puede cuantificarse. Si no que se lo digan al promotor de este otro proyecto: Área de servicios para el transporte profesional dotada con un único surtidor que se abastece de un tanque enterrado de 15.000 litros de capacidad. La reposición del combustible se hace con camión cisterna cuya capacidad es de 30.000 litros. El porte lo cobra igual pero solo puede descargar 15.000 litros. ¿ No se podía haber instalado un depósito de capacidad igual o superior a la cisterna? ¡ Macagüensus !

Estos casos son muy llamativos, pero pueden superarse: Imponente edificación emplazada en un paraje natural maravilloso, destinada a la investigación técnica, instalación de empresas y formación. ¿Qué puede ocurrir si no hay acceso a internet? ¡ Macagüensus !


¿Después de esto crees que puedes desentenderte del plan de empresa, de tu web, de tu software, de tu establecimiento, de tus procesos...? Especialmente grave es desentenderte de la elaboración del plan de empresa. Hazlo siempre tú y si te lo hace un tercero participa activamente en su elaboración. Si no lo haces tú o no participas en el proceso no conocerás a tu propia empresa. Si confías la dirección del plan de empresa a un tercero, asegúrate de su preparación y capacidad para hacerlo.

Elegir bien a los proveedores de suministros de bienes y de servicios es una de las tareas más complejas para el emprendedor, máxime si es inexperto y aún no tiene identificados a sus proveedores "de confianza", lo cual es lógico cuando aún no se ha iniciado o es incipiente la actividad empresarial. 


Llegados a este punto quiero advertirte sobre macagüensus. Con este nombre se conoce a una corriente que agrupa a profesionales del desatino técnico. Ya hemos alertado sobre los "rotos" económicos que puede provocar confiar a integrantes de este movimiento la realización  de trabajos, por otra parte esenciales, para el buen fin del proyecto empresarial.  

¿Cómo se identifica a un macagüensus? Son muy activos en la fase de comercialización y ofrecimiento de sus servicios. Ahí emplean todo su esfuerzo y esto parece explicar la bajada de rendimiento intelectual y material que experimentan en la fase posterior de ejecución del encargo. 

El mejor modo de saber si tu proveedor es un macagüensus es permitir que hable y hable. Cuando termine de hacerlo pídele referencias concretas de sus trabajos para contactar con sus clientes. Si entonces calla, no lo dudes, es un macagüensus.





Garboó Riocía & García Rioboó





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