lunes, 31 de diciembre de 2012

Días del emprendedor

Siempre me han llamado la atención las celebraciones que en forma del día de... pretenden llamar la atención de la ciudadanía sobre determinados asuntos que se consideran del interés general. Por ejemplo, el día de la bicicleta, o la fiesta de la bicicleta como se denomina en algunas ciudades, posibilita que centenares de personas circulen por las calles utilizando, a salvo de los coches, ese delicioso medio de locomoción. Con esta celebración se persigue promover el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo y no contaminante y además, favorecer la práctica deportiva.  Frente al día que favorece el nacimiento de un nuevo hábito está el día que buscaría cambiar otro. Tal es el caso del día sin coches. Durante esa jornada se prohíbe el tránsito de vehículos por determinadas calles de la ciudad y sólo funciona el transporte público que además, con motivo del evento, suele ser gratuito o bonificado.

¿Qué efecto práctico tienen esos días? Muy poco, poquísimo. Lo efímero de la medida, un día, y la imposibilidad de practicar el resto del año el hábito que se quiere promocionar o cambiar, tienen la culpa. Los hábitos se adquieren con el uso continuado o frecuente, si tal no es posible, está claro, no habrá hábito.

El día del emprendedor es otra de las celebraciones que se asoma todos los años en muchas, si no en todas nuestras comunidades autónomas. No diré yo que no esté bien realizar encuentros y jornadas para emprendedores, fomentar eso que llaman el espíritu emprendedor, o realizar encuentros entre emprendedores y entidades financieras o bussiness angels, pero si diré yo que lo de día del emprendedor sabe a poco y que quizás el nombre habría que matizarlo.


Para que haya día del emprendedor tiene que haber día para el emprendedor o mejor año para el emprendedor. Es como las bicis, si quieres que se utilicen se tiene que dar las circunstancias que lo posibiliten. Por ello creo que es mejor hablar de año que de día y además cambiar el "del" por el "para". 


Así, 2013 sería el primer año para el emprendedor, es decir, un año intenso y plagado de medidas favorecedoras de la actividad emprendedora. Lo propio, dada la situación, podría hacerse en 2014 y llegados allí, ojalá no sea necesario hacer más años para el emprendedor. El año para el emprendedor solo se justifica si está plagado de días para el emprendedor que coincidirán con aquellos hitos de gestión relevantes que posibilitan las condiciones para que crezca y se fortalezca la actividad emprendedora. Se me ocurre marcar en el calendario como un buen día para los emprendedores el que se apruebe una ley de emprendedores, o aquel otro en el que se constituya un fondo de inversión de capital riesgo privado para invertir en PYMES, o el que se funde una asociación local de ángeles inversores, o el día que se apruebe un marco fiscal favorable para los ángeles inversores...


Y el día del emprendedor ¿Habrá día del emprendedor? Indudablemente lo habrá si el año ha sido certero y se celebrará no una sino cada vez que se constituya una nueva empresa y sobre todo cada vez que una de esas empresas celebre su aniversario. Este y no otro es el auténtico indicador de éxito de las normas, programas, proyectos o planes operativos de fomento de la acción emprendedora que conforman un año para el emprendedor.


Hagamos todo lo que esté en nuestras manos para que este recién estrenado 2013 sea el primer año para el emprendedor y que durante el mismo y sobre todo los siguientes se celebran muchos días del emprendedor. 


Emprendedor, si tal es así, te necesitamos. 2013 es un año para ti y si te lo propones, a lo largo del mismo, encontrarás tu día.






Garboó Riocía & García Rioboó


 





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