viernes, 15 de febrero de 2013

¡Más madera! ¡más madera!







¡¡Más madera!! ¡¡Más madera!! gritaba Groucho en la desternillante película de los Hermanos Marx en el Oeste. En este tramo final de la película, como muy bien refleja este fotograma, encontramos un buen ejemplo de compromiso y de trabajo en equipo. Si puedes ver esta película, hazlo porque te reirás.

Lo que no es de risa es lo que ocurre si tu socio rompe su compromiso y deja de hacer o aportar aquello, distinto al mero dinero, a lo que se comprometió. Decíamos en nuestro post, empresas lamento, que una de las causas que más incidencia tiene en el fracaso de las nuevas empresas son las conductas personales, los comportamientos, las relaciones entre socios. No tengo ninguna duda de que una buena parte de estos fracasos serían evitables si en la fase de proyecto se hubieran trabajado bien determinados aspectos. 

Es normal que con el paso del tiempo cambien las circunstancias personales, profesionales y de otra índole de cualquiera de las personas que integraban un equipo emprendedor, lo que un día fue un si rotundo, tres días después puede ser un si matizado y otros tres días después pueda ser un ¡ya no me interesa! Esta situación es crítica en aquellas empresas en las que además de dinero se aporta el trabajo. 

Cuando se inicia un proyecto empresarial es un gran error no emplear tiempo en incorporar en origen la solución que queramos darle a este tipo de contingencias. La casuística es muy amplia pero la solución es la misma: Definir de manera precisa el papel que vaya a desempeñar cada socio tanto en la fase de proyecto como en la de gestión y plasmarlo en un acuerdo entre socios.Que bueno sería contar con un buen asesoramiento sobre estos aspectos tan cruciales. 

Pondré a título de ejemplo el caso de los que podemos denominar socios de servicios, esto es, aquellos que además de socios se comprometen a realizar personalmente prestaciones retribuidas a favor de la sociedad. Estas prestaciones deben describirse en el acuerdo entre socios de manera muy detallada, precisa, exhaustiva, así como el régimen de trabajo y muy especialmente el retributivo. Normalmente se establecerá una relación mercantil antes que laboral entre este tipo de socios y la sociedad. El incumplimiento permitirá retirar a estos socios la condición de servicio y en consecuencia desaparecerá la obligación de retribuir su trabajo. 

Sería factible incluso pactar la salida del socio de servicio de tal modo que cuando cesare en su prestación antes del periodo mínimo señalado perderá su condición de socio, estando obligado a la venta de sus participaciones en la forma prevista en los Estatutos sociales, y por el valor fijado por un tercero independiente, teniendo la propia Sociedad y los demás socios, por este orden, un derecho de adquisición preferente sobre las mismas.

Hay otros aspectos muy interesantes que conviene "atar" en origen pero los dejaremos para otra ocasión y no hacer demasiado extenso este post. 

Y ahora, después de tener todo atado para que tu proyecto avance ¡¡Más madera!! ¡¡Más madera!! como gritaba Groucho ¡Más madera! ¡Más madera! pero de emprendedor



Garboó Riocía & García Rioboó 









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